La puesta en marcha de los Proyectos Productivos Colectivos (PPC) de personas firmantes de paz, ubicados, mayoritariamente, en zonas rurales, y, en algunos casos, en áreas de especial importancia ecológica, supuso el reto de establecer las adecuaciones productivas y técnicas de los proyectos de acuerdo al contexto cultural, ecológico, productivo, normativo, y comunitario de cada territorio; teniendo en cuenta las experiencias, saberes y necesidades de las organizaciones y de las personas firmantes de la paz, como principales actores en el ejercicio productivo de la reincorporación.
Para las organizaciones de firmantes de la paz, fue necesario buscar armonía entre sus proyectos productivos, sus nuevas viviendas y la naturaleza, y de este modo reducir los impactos de los proyectos productivos y compensar los daños ambientales causados; en respuesta al deber de cuidado de los territorios y al desafío que enfrentamos de adaptación a las condiciones adversas de la crisis climática y a la pérdida de ecosistemas naturales.
Pero para visibilizar los problemas ambientales, diagnosticar y establecer soluciones efectivas en los sistemas productivos, se requiere destinar recursos económicos y humanos que deriven en una mejor gestión ambiental de los proyectos productivos. El PNUD, en alianza con la Embajada de Noruega, advirtió la importancia de apoyar la ejecución de acciones ambientales de los PPC que no tenían financiación, en cuatro frentes de trabajo: educación y cultura ambiental; cumplimiento de la normativa ambiental; financiamiento de actividades y necesidades ambientales concretas, de los PPC; y apuestas ambientales para la reconciliación.
En el fortalecimiento de la educación y la cultura ambiental de las personas firmantes de paz, se desarrollaron 25 escuelas de campo, en distintas zonas del país, que permitieron el intercambio de experiencias y saberes relacionados con la mejora de la productividad y con una mejor gestión ambiental de los proyectos, con personas firmantes de paz y de las comunidades de acogida, desde un enfoque de reincorporación comunitaria.
La ejecución de acciones de cuidado o recuperación ambiental habilitó escenarios de reconciliación. Las jornadas conjuntas, entre fuerza pública y personas firmantes de paz de los PPC, para realizar actividades de reforestación, prevención de riesgo de desastres, planeación y demarcación predial, propiciaron escenarios de encuentro, diálogo y solidaridad. En el caso del municipio Venecia, en Cundinamarca, a partir de una relación entre ambiente, arte y territorio, se vincularon las personas firmantes de paz y la comunidad para impulsar la identidad campesina, la transición a la agroecología y la zona de reserva campesina de Venecia como modelo de desarrollo territorial.
La implementación del Acuerdo de Paz en Colombia debe abordar la degradación ambiental para asegurar un desarrollo sostenible en las zonas afectadas por el conflicto armado. Esto implica proporcionar medios de subsistencia sostenibles y legales, y fortalecer el enfoque en el medio ambiente como una oportunidad para impulsar un post acuerdo exitoso y promover la paz ambiental y sostenible. Con ese propósito, el PNUD impulsó un total de 63 acciones ambientales implementadas, en términos de sensibilización ambiental y de respuesta a los impactos ambientales causados por los PPC, en mitigación, gestión del riesgo y compensación.
Los territorios con bases sociales y procesos organizativos sólidos son tierra fértil para armonizar el cuidado ambiental y la productividad. Mayra Echeverry. Equipo PNUD
Trabajar con organizaciones sociales de base sólida permite fortalecer visiones comunitarias de conservación y cuidado ambiental. En territorios como Venecia, Cundinamarca; La Montañita, Caquetá; Vistahermosa, Meta donde existen organizaciones ambientales comunitarias, procesos de consolidación de zonas de reserva campesinas y líderes y lideresas ambientales que buscan crear las condiciones para la consolidación y el desarrollo de la economía campesina, es posible realizar actividades de conservación y sostenibilidad ambiental que impulsan mejores condiciones de productividad, de acuerdo al ordenamiento del territorio y a la visión de desarrollo de las comunidades rurales.
Conocer las necesidades de acceso a servicios públicos de las comunidades permite escalar acciones ambientales en los territorios. Maira Echeverry. Equipo PNUD.
Tener claro el mapeo de soluciones ambientales para garantizar el acceso a servicios como agua y energía permite escalar acciones ambientales en distintos territorios. En Icononzo, Tolima, a partir de la construcción de un sistema de recolección de agua lluvia (Ecomuro) se realizaron acciones de articulación con la institucionalidad y el sector privado para garantizar mejores condiciones de uso del agua de la comunidad. La Corporación Autónoma Regional del Tolima realizó charlas de sensibilización sobre el uso y la gestión del agua y la empresa Ekogroup H2O aportó el sistema de potabilización del agua.
Vincular actividades culturales y ambientales fortalece la conciencia ambiental y la reconciliación. Maia Echeverry. Equipo PNUD.
Realizar actividades culturales con enfoque ambiental permite sensibilizar a las personas firmantes de paz y a las comunidades sobre la importancia ecosistémica de un territorio y propicia una cultura de paz, alrededor de la reconciliación. En el caso del Festival de Mujeres, a partir del desarrollo de actividades culturales se impulsó la implementación de acciones ambientales concretas.
Para el cumplimiento de la normatividad ambiental y para el desarrollo de los PPC que requerían estudios especializados, el PNUD impulsó un acercamiento con la institucionalidad local (municipal y ambiental) para realizar y tramitar, de manera eficaz y veloz, estudios de prefactibilidad, topografía, estudios de suelos, estudios de aguas, y permisos y certificaciones ambientales; sin estos permisos y estudios los PPC no habrían sido posibles.
En la planeación y puesta en marcha de los PPC, no se priorizó la identificación y financiación de acciones para una adecuada gestión ambiental en los proyectos por falta de recursos financieros y por haber privilegiado una visión de desarrollo productivo sobre una visión de sostenibilidad integral. Transcurridos 6 años desde la implementación de los primeros proyectos se advierte que el enfoque ambiental debe ser transversal a todas las acciones de fortalecimiento de las personas firmantes de paz y de las organizaciones; así como se transversaliza y se financia el enfoque de género, el componente ambiental deber ser transversal a todas las actividades, especialmente si se trata del fortalecimiento de proyectos productivos en zonas afectadas por el conflicto armado interno que enfrentan retos por la existencia de zonas de especial importancia ambiental o por enfrentar posibles situaciones de riesgo ambiental. Desde el inicio de la formulación de los PPC debe incorporarse presupuesto específico para la financiación y priorización de acciones ambientales.
Teniendo en cuenta que en las zonas rurales dispersas, en los sectores primarios de la economía, predomina la cultura de la informalidad, es necesario sensibilizar a las personas firmantes de paz y a las comunidades de acogida sobre la importancia del cumplimiento de la normativa sectorial y territorial, en términos de tramitar y dar cumplimiento a permisos, así como del reconocimiento del rol de las instituciones y de las autoridades locales que regulan y gestionan los recursos naturales.
Aún cuando pueden realizarse acciones ambientales que procuren mejores condiciones de relacionamiento con la naturaleza, existen dificultades, de quienes participan en los PPC, en reconocer el valor y hacer seguimiento a los impactos de estas acciones. Pueden adoptarse buenas prácticas ambientales pero si las personas no advierten cómo estas acciones generan valor en el desarrollo y bienestar local y en las condiciones de productividad de los proyectos, hay una pérdida de oportunidad en potenciar acceso a mejores prácticas de producción y mercados verdes. Es relevante que en la asistencia técnica se haga notar la relación directa entre la conservación y la productividad para un mejor vivir.
Así como resulta fundamental que las personas que participan de los proyectos determinen el valor de las acciones de cuidado y gestión ambiental en el quehacer diario de los proyectos, es necesario que exista una estrategia ambiental definida en la política organizacional de los PPC. Existe, en la mayoría de veces, desconexión entre la toma de decisiones gerenciales y las actividades en campo, relacionadas con asuntos ambientales, por lo que debe procurarse un plan estratégico que incorpore propósitos ambientales de los PPC y de quienes participan de estos.
Abordar el tema ambiental en términos de construcción de paz puede ser un factor disociador o habilitador. Si se crean proyectos productivos que desatiendan el enfoque ambiental se producirán afectaciones en los recursos, así como disputas e impactos a nivel territorial que pueden gestar nuevos conflictos socio ambientales comunitarios. Si se trata como un habilitador del desarrollo y del bienestar de los territorios, las personas pueden llegar a ejercer mejores condiciones en la gobernanza de los recursos naturales y a una reincorporación comunitaria genuina que permita dar discusiones sobre el ordenamiento y la visión de desarrollo de quienes habitan los territorios.
En la intervención de la asistencia técnica, el PNUD advirtió y tuvo en cuenta que la incorporación del enfoque ambiental en los PPC tiene impactos en distintas escalas. Las acciones ambientales permiten adoptar estrategias e impactos a nivel territorial no solo a nivel predial o del proyecto productivo. No es posible abordar acciones ambientales aisladas, sin entender el ecosistema en donde está ubicado el proyecto, si tiene zonas de importancia ecológica o zonas de riesgo de desastres. A su vez, tiene impactos a nivel personal, por la formación y sensibilización en asuntos de importancia ambiental; a nivel del proyecto productivo, pues da respuesta a la normativa sectorial para el desarrollo de productos y servicios; y a nivel territorial, pues el proyecto se sitúa y se proyecta en un lugar y en la perspectiva de los planes comunitarios ambientales.
En la ruta de empleabilidad para la reincorporación socioeconómica, así como en las rutas de generación de ingresos es fundamental pensar en puestos de trabajo con enfoque ambiental. Validar saberes y competencias que las personas tienen relacionadas con asuntos ambientales puede abrir caminos de inserción laboral que apuesten por la sostenibilidad de la reincorporación socioeconómica y la necesidad de preservar el ambiente o amortiguar/ mitigar las acciones de las empresas desde la corresponsabilidad.
La gestión del riesgo y, en general, el manejo y uso de los recursos naturales son temas que movilizan la agenda de paz y ambiente, por lo que debe tomarse provecho de la voluntad de las gerencias del Área de Paz, Justicia y Reconciliación y Desarrollo Sostenible para capitalizar los aprendizajes de la transversalización del enfoque ambiental en las iniciativas de generación de ingresos, y que estos puedan escalarse en otros proyectos que realicen distintas áreas del PNUD.
Tras la entrega de predios por parte de la Sociedad de Activos Especiales (SAE), la Agencia Nacional de Tierras (ARN) y la Agencia de Reincorporación y Normalización (ARN) y con ocasión de la ejecución de otros mecanismos facilitados por la reforma agraria que lidera el actual Gobierno, es posible poner en la práctica los aprendizajes obtenidos del apoyo realizado por el PNUD frente a los estudios de pre-factibilidad de vivienda enfocados en ordenamiento predial y ambiental a los PPC. Estos aprendizajes también resultan relevantes en el caso de los proyectos y colectivos en situación de traslado o desplazamiento por dificultades de seguridad.
Una apuesta estratégica del PNUD en otros proyectos productivos será generar soluciones basadas en la naturaleza y soluciones tecnológicas basadas en innovación social para mejorar la productividad, conectar con la comunidad, y fortalecer el enfoque de mercados verdes.
En aquellos casos en donde existan proyectos productivos con activos subutilizados se podría impulsar la apropiación de los proyectos a partir del fortalecimiento de temas comunitarios y ambientales, en donde se propicien encadenamientos productivos alrededor de la reincorporación comunitaria.