BÚSQUEDA DE PERSONAS DESAPARECIDAS

CONTEXTO

El fenómeno de la desaparición forzada en Colombia ha dejado un rastro doloroso y desgarrador en la sociedad, con muchas familias aún en busca de respuestas sobre el paradero de sus seres queridos. Según datos de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), hasta marzo de 2024, el universo inicial de personas desaparecidas en el marco del conflicto armado alcanza la cifra de 105.864 individuos a nivel nacional[1]. Ante esta situación, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha venido desempeñando un rol importante durante los últimos 15 años, siendo una de las primeras agencias de cooperación internacional en abordar la problemática de la desaparición forzada y la búsqueda de personas en el país.

A lo largo de su trabajo, el PNUD ha colaborado estrechamente con instituciones competentes y organizaciones de la sociedad civil, que incluyen a familiares de las víctimas, en la búsqueda de soluciones y respuestas que contribuyan al objetivo de encontrar personas dadas por desaparecidas. Este compromiso se refleja en varias iniciativas, entre las que se destacan dos proyectos abordados en este documento: el primero relacionado con el apoyo prestado por el PNUD a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), para avanzar en la respuesta a las víctimas que demandaban acciones en torno a la búsqueda de sus familiares desaparecidos en la zona de influencia de Hidroituango; y el segundo, que tuvo como objetivo la articulación entre la organización de firmantes de paz conocida como Corporación Reencuentros y la UBPD[2].

En el primer proyecto mencionado, el PNUD actuó como un actor articulador entre la JEP, las organizaciones de la sociedad civil y el Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forense y Asistencia Psicosocial (Equitas) en 2021-2022, con el fin de avanzar en la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en las zonas de influencia del proyecto hidroeléctrico Ituango, en el Cañón del Río Cauca. En este caso, los familiares de las víctimas, representadas por el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE), solicitaron a la JEP, en 2018, la adopción de medidas cautelares sobre esta zona del país, donde se presume que existen personas inhumadas dadas por desaparecidas en el marco y con ocasión del conflicto armado, y donde avanzan procesos de explotación energética que ponen en riesgo la conservación de los restos de las personas desaparecidas en el río.

En este contexto, la JEP dictó un Auto que decretó la medida cautelar sobre la empresa Proyecto Hidroituango Empresas Públicas de Medellín en 2019, para que detuviera cualquier tipo de operación que pudiera alterar el estado de los cuerpos que se pudieran encontrar en las partes más bajas del Río Cauca. La JEP solicitó al equipo de Equitas, mediante el Auto AT 071 de 2022, que desarrollara las labores de peritaje forense en los 6 municipios[3] de la zona de influencia de Hidroituango para determinar si existía la posibilidad de recuperar cuerpos o partes de ellos de las zonas subacuáticas del río, pues se tenía la concepción de que estas acciones de recuperación ya no eran posibles, dado el paso del tiempo[4].

Equitas comenzó la labor encomendada por la JEP en 2021 y solicitó el apoyo del PNUD para avanzar en la consecución de resultados más ágiles y articulados con las organizaciones de víctimas. Durante este proceso fue posible revisar más de 7.000 documentos provenientes de información oficial, organizaciones de derechos humanos y de familiares de víctimas, con el fin de extraer la información relevante sobre los sitios de disposición tanto en la zona del embalse de la hidroeléctrica como en lugares aledaños. Los procesos de investigación in situ implicaron la ejecución de mesas técnicas con las víctimas y las organizaciones de la sociedad civil establecidas en los municipios, quienes han liderado el trabajo de documentación sobre el paradero de las personas dadas por desaparecidas. Estas organizaciones han desarrollado ejercicios metódicos de documentación durante varios años, que sirvieron de base imprescindible para la implementación de las fases subsecuentes de exploración técnica forense por parte de Equitas en el lecho del río.

Con base en la información analizada, Equitas apoyó la documentación y consolidación de un universo de víctimas para determinar cuántas personas habrían sido desaparecidas forzosamente en el cauce del río, y organizó una base de datos de las personas dadas por desaparecidas en la zona de influencia de Hidroituango. Adicionalmente, Equitas identificó siete (7) puntos de inhumación con prioridad de prospección alta en el área de influencia de Hidroituango, demostró la viabilidad de la exploración en contextos sumergidos y definió que, de los 6 municipios objeto de la medida cautelar, existían 3 sitios que cumplían con las condiciones mínimas para adelantar ejercicios de prospección: Orobajo, Puente Pescadero, y el Cementerio del municipio de Barbacoas. A finales de 2022, durante la Audiencia Pública de Medidas Cautelares para la Empresa Proyecto Hidroituango Empresas Públicas de Medellín, Equitas mostró los resultados de su peritaje y la conclusión de que sí es posible acceder y emprender acciones de prospección para encontrar cuerpos que fueron arrojados al Río Cauca como práctica de desaparición forzada.

Por otro lado, el segundo proyecto del PNUD referido en este documento y enfocado en aportar a la búsqueda de personas dadas por desaparecidas fue desarrollado entre 2022 y 2023 y se centró en la articulación entre la Corporación Reencuentros (antes de su constitución conocida como la Comisión de Búsqueda del Componente FARC) y la UBPD, con el objetivo de facilitar la entrega de información por parte de los firmantes de paz a la Unidad de Búsqueda, para contribuir a la localización, exhumación y reconocimiento de personas desaparecidas en el marco del conflicto armado. Este proceso implicó un trabajo de fortalecimiento metodológico y técnico, así como la transferencia de conocimientos a la organización de firmantes para mejorar su capacidad de análisis y sistematización de información.

En este proceso de acompañamiento se encontraron de nuevo Equitas y el PNUD para trabajar de manera coordinada hacia el fortalecimiento de las acciones que estaba desarrollando la Corporación Reencuentros. En el marco de esta intervención se propuso por parte de la Corporación, y en consenso con Equitas, una selección de 3 departamentos (Antioquia, Meta y Cauca) para construir un universo de 1407 víctimas asociadas a lo que, en su momento, fue el accionar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP); documentar la mayor cantidad de casos de personas desaparecidas en esos lugares y revisar, contrastar y validar los registros y la información preliminar con la que contaba la Corporación respecto a esos casos seleccionados.

El trabajo de fortalecimiento que impulsó Equitas con el equipo de firmantes de paz supuso el desarrollo de una serie de espacios de formación en los que se trabajaron temáticas sobre prospección, georreferenciación y sobre cómo revisar y documentar de manera eficiente los registros de personas dadas por desaparecidas. En definitiva, se realizó una transferencia de conocimientos a través del desarrollo de ejercicios de revisión conjunta de información para que los firmantes de paz apropiaran las herramientas de sistematización de información y pudieran utilizarlas de acuerdo con las necesidades de los procesos de búsqueda.

Durante este proceso, en el que Equitas y la Corporación Reencuentros retroalimentaron sus metodologías propias de intervención en contextos de búsqueda, las dos entidades llegaron a un consenso sobre los casos que se iban a abordar en el transcurso del acompañamiento. Inicialmente, Reencuentros contaba con avances en cuanto a la consolidación del universo de personas desaparecidas en relación con el macrocaso 01 de la JEP, en el cual avanzó en articulación con la Comisión Colombiana de Juristas, y con base en esta información, la Corporación decidió priorizar la sistematización de los casos que contaban con altas posibilidades de prospección y acciones de búsqueda en casos concretos. Los casos priorizados también fueron elegidos porque les permitirían a los firmantes de paz entregar información clara a la UBPD, con propuestas de acciones específicas y cronogramas de trabajo, enmarcados en los Planes Regionales de Búsqueda. En este proceso, Equitas y Reencuentros trabajaron en la modificación y adaptación de una herramienta de trabajo que tenía la Corporación y que se fue perfeccionando a lo largo de las sesiones de acompañamiento.

Al día de hoy, esta herramienta permite que la información que se recolecta en el territorio vaya quedando consignada en tiempo real y sirva de base para entregar información útil para el mandato de la Unidad de Búsqueda. La Corporación Reencuentros actualmente trabaja de manera articulada con la UBPD y como resultado de este proceso de acompañamiento, esta institución recibió información valiosa para ejecutar sus planes regionales de búsqueda. 

En ambos proyectos, la colaboración internacional, y en particular el apoyo de la Embajada de Noruega desempeñó un papel crucial porque dichos recursos permitieron facilitar y dinamizar la coordinación entre los diferentes actores involucrados. Este apoyo ha permitido avanzar en torno a la búsqueda de personas desaparecidas y en la construcción de una verdad que contribuya a la reconciliación y la paz en Colombia para las víctimas de la desaparición forzada.

[1] Portal de datos UBPD: https://unidadbusqueda.gov.co/

[2] Para guía del lector, a lo largo del texto se señalará en negrilla la oración que introduce la información pertinente a cada uno de los casos que se abordan en el documento.

[3] Ituango, Toledo, Sabanalarga, Peque, Valdivia y Briceño

[4]  Información sobre la medida cautelar exigida a la JEP: https://jurinfo.jep.gov.co/normograma/compilacion/docs/auto_sarv-mc-002-at-041_06-septiembre-2019.htm

LOGROS

1.

Para el proyecto de articulación entre la JEP y las organizaciones de la sociedad civil se destacan logros relacionados con el avance en los procesos de búsqueda de personas en entornos subacuáticos, así como con la apertura a nuevas perspectivas en los procesos judiciales y a metodologías técnico-forenses innovadoras para localizar a individuos desaparecidos en contextos de difícil acceso. En este proceso, Equitas logró acceder a la zona de influencia del proyecto de Hidroituango, respaldado por la documentación recopilada por los familiares de las víctimas, quienes sostienen la posibilidad de que sus seres queridos están inhumados en ese lugar.

2.

La alianza entre Equitas y el PNUD representó un paso significativo para que la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas pudiera planificar procesos de búsqueda e identificación de personas desaparecidas en contextos acuáticos de difícil acceso. Esto ha generado esperanza entre las personas que buscan a sus familiares en la zona de Hidroituango, al comprender de manera más cercana el proceso que sigue la JEP, Equitas y la UBPD para proporcionar respuestas sobre el posible paradero de sus seres queridos desaparecidos en el marco del conflicto armado. A través de esta intervención, las víctimas lograron comprender mejor la complejidad y las posibles limitaciones del proceso, y eso también fortaleció su confianza en las instituciones del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. Además, la comunidad valora la colaboración entre diferentes organizaciones para avanzar en los procesos de búsqueda, reconociendo la importancia de contar con un sistema articulado que aborde sus demandas de manera integral y organizada.

3.

Por otro lado, el trabajo de peritaje realizado en la zona de Hidroituango ha llevado a instituciones judiciales, como la Fiscalía General de la Nación y la propia JEP, a pensar en replantear las acciones y respuestas tradicionales que se les han dado a las víctimas sobre el paradero de sus familiares desaparecidos, ante la posibilidad de recuperar cuerpos en escenarios acuáticos. De forma paralela, la UBPD reconoce que, aunque es la entidad directamente encargada de brindar respuestas a las víctimas, los procesos de búsqueda requieren expertise técnico forense, motivo por el cual se han establecido alianzas con organizaciones como Equitas para fortalecer tanto su mandato como su capacidad institucional.

4.

En relación al proyecto de articulación entre la Corporación Reencuentros y la UBPD, se ha evidenciado un progreso en la apropiación de conocimientos técnico-forenses por parte de la Corporación Reencuentros, que ha integrado en sus procedimientos las herramientas y metodologías de análisis, documentación y evaluación de información sobre casos de personas desaparecidas. Asimismo, el acompañamiento de Equitas ha contribuido al fortalecimiento del componente administrativo de Reencuentros, mejorando la presentación de informes, la organización de registros fotográficos y el manejo de datos relacionados con los casos de búsqueda de personas por parte de los integrantes de la Corporación. Este proceso de fortalecimiento de capacidades no solo beneficia internamente a la Corporación, sino que también impulsa un cambio de paradigma en los procesos de búsqueda, involucrando a los firmantes de paz como sujetos activos en lugar de simples proveedores de información sobre el lugar en el que se pueden encontrar las víctimas de desaparición forzada.

5.

El trabajo colaborativo desarrollado entre Equitas y Reencuentros dio lugar a la revisión de 908 registros de casos de personas dadas por desaparecidas en 9 departamentos del país, con la consecuente documentación y georreferenciación de 65 y 34 casos respectivamente. Los 908 registros correspondían a 237 víctimas que hacían parte de las FARC, agrupadas en 65 casos. Estos avances son fundamentales para orientar las acciones de búsqueda y prospección en terreno.

6.

La información recopilada en este proceso de construcción de un universo de víctimas fue crucial para la UBPD, permitiéndole establecer puntos y rutas de búsqueda donde el equipo institucional pueda desplegar acciones y documentar sitios donde presuntamente se han inhumado cuerpos. Esta colaboración acelera los procesos, ahorra recursos y propone ejercicios de prospección y búsqueda más eficientes, alineados con el mandato institucional de la UBPD. De igual forma, la información obtenida ha contribuido a los Planes de Búsqueda Regionales ya definidos por la UBPD, fortaleciendo la capacidad de la Unidad para articular la información con las acciones contempladas en sus planes institucionales. Para un par de casos particulares, esta iniciativa también impulsó la creación de mesas de trabajo en las que se involucró a las familias de las personas desaparecidas para el avance en su búsqueda permitiendo la colaboración directa entre Reencuentros y la UBPD en iniciativas concretas de búsqueda en terreno. Para estos casos, Reencuentros entregó a la Unidad los informes y las hojas de rutas con cronogramas de actividades en los que las víctimas de las familias de las personas desaparecidas son quienes lideran las acciones de búsqueda.

7.

Otro logro importante es la generación de un cambio de mentalidad para las víctimas. En los casos de búsqueda de personas desaparecidas es común pensar que el resarcimiento se logra al final, es decir, cuando pueden encontrar a su ser querido y conocer la verdad sobre su paradero y sobre las circunstancias de su desaparición. Sin embargo, este proyecto ha demostrado que el diálogo articulado entre las familias y los participantes de Reencuentros, o el acceso claro a la información por parte de los familiares sobre el proceso de búsqueda, es crucial para aclarar lo ocurrido y conocer el progreso de los casos. Incluso cuando los resultados no son exitosos, existe la posibilidad de comprender por qué no se pudo encontrar a la persona y esto también genera sentimientos de reparación en las personas afectadas.

BUENAS PRACTICAS

1.

En el contexto de la iniciativa de articulación entre la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y las organizaciones de la sociedad civil, se han identificado buenas prácticas que han tenido un impacto significativo en la generación de respuestas coordinadas dirigidas a las víctimas que buscan a sus familiares desaparecidos en la zona de influencia de Hidroituango. La colaboración entre el PNUD, Equitas y la JEP ha facilitado una respuesta más eficiente a estas necesidades.

2.

Una práctica metodológica, relevante, replicable y adaptable, identificada en el desarrollo de este proyecto es el proceso de sistematización de la información proporcionada por las organizaciones de víctimas de la sociedad civil a Equitas. Esta metodología posibilitó la consolidación de una base de datos única, evitando la duplicación de registros de personas desaparecidas en las mismas zonas de influencia. Esta unificación de información resulta fundamental para optimizar los recursos y esfuerzos destinados a las tareas posteriores de búsqueda. A su vez, la recolección de información por parte de Equitas integró el conocimiento local y la experiencia de la población en la construcción de rutas prácticas para la búsqueda de personas, mediante metodologías como la cartografía social participativa y también aseguró la adaptación del lenguaje técnico a los contextos de trabajo con las organizaciones de víctimas, garantizando así una comprensión clara de las acciones emprendidas por la JEP y Equitas en la región de Hidroituango. La experiencia de Hidroituango es un ejemplo de una metodología adaptable y replicable que puede arrojar muchos aportes técnico-científicos como una serie de procedimientos innovadores para la búsqueda en escenarios sumergidos y de difícil acceso.

3.

En cuanto a la articulación entre la Corporación Reencuentros y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD), se resaltan prácticas fundamentales para el fortalecimiento de capacidades técnicas y organizacionales. De parte de los firmantes de paz se reconoció la importancia de considerar las etapas previas a la entrega de información a la UBPD, como la verificación de datos y la validación de la información recopilada, pues es necesario concebir la acción de búsqueda como un proceso integral, que va más allá de la entrega de información verbal o escrita ante una audiencia. Esta práctica incorpora el enfoque extrajudicial característico de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas

4.

El equipo de Reencuentros, compuesto mayoritariamente por personas que formaban parte de las antiguas FARC-EP, se enfrentó inicialmente a escenarios de suministro de la información, para la construcción de los universos de personas desaparecidas, que podían generar temor, desconfianza y necesidad de resguardar información, así que fue necesario generar confianza en el equipo de firmantes de paz para que comprendieran el valor y la importancia de la información que ponían a disposición del proyecto. Sin este nivel de confianza que se adquirió por el trabajo conjunto y confiado de las partes, muchos datos e información no se habrían obtenido o habría sido más complejo verificar su validez.

5.

A lo largo de esta intervención se evidenció que la participación de las familias en la planificación de las hojas de ruta para la búsqueda de sus seres queridos puede generar acciones de reconciliación y reparación tempranas, además de contribuir a reducir la incertidumbre de las víctimas quienes están vinculadas y enteradas del avance en los procesos de búsqueda de sus familiares.

LECCIONES APRENDIDAS

En el proceso de acompañamiento a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para la generación de respuestas articuladas hacia las organizaciones de víctimas, se destaca la importancia de que cada actor involucrado en estas iniciativas comprenda claramente su función en relación con el objetivo común de encontrar personas presuntamente desaparecidas. Esta comprensión implica una planeación más rigurosa, ágil y articulada entre las entidades participantes en las iniciativas de prospección en contextos de difícil acceso. En ocasiones, más que la obtención de recursos financieros adicionales, se requiere una mayor coordinación para ejecutar las acciones de manera eficiente.

Un aprendizaje importante por parte de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, es que la entidad es hoy más consciente de sus capacidades y alcances, y esto la ha llevado a reconocer la posibilidad de fortalecer su misión mediante el trabajo articulado con organismos como Equitas, entendiendo que hay que sumar esfuerzos con aliados que posean la capacidad de búsqueda y de respuesta ágil a las víctimas a nivel nacional, más que hacer todo el trabajo de manera independiente y aislada.

En relación con el fortalecimiento de capacidades de los integrantes de la Corporación Reencuentros y su articulación con la UBPD, es crucial considerar la dificultad de buscar personas en lugares que ya cuentan con ejercicios de prospección y georreferenciación, ya sea porque son zonas de difícil acceso, en las que persiste el conflicto, o en las que las propias comunidades o actores que ejercen autoridad en los territorios no permiten el acceso de personas ajenas al territorio. Esto resalta la necesidad de definir estrategias para determinar quién puede establecer contacto con las personas en el territorio donde se implementarán los ejercicios de búsqueda, así como comprender las condiciones de seguridad y de acceso en los territorios. En consecuencia, es esencial contar con un plan de análisis de riesgos adaptable a las condiciones específicas de cada caso de búsqueda, para que el despliegue de acciones de exhumación pueda darse bajo condiciones seguras para los equipos de trabajo encargados de estas fases de búsqueda.

Otro reto que se aprendió a gestionar durante este proyecto fue la discrepancia en los registros de información sobre las personas desaparecidas en el marco del conflicto armado, entre las bases de datos del Instituto de Medicina Legal, de la UBPD y de la Fiscalía General; situación que supone un desafío significativo en las etapas de los procesos de búsqueda. Esto hace necesario continuar con la implementación de estrategias para definir de manera clara quiénes son las personas desaparecidas y contrastar la información con las bases de datos existentes, ya que la falta de claridad en este aspecto dificulta la determinación de los puntos geográficos en los cuáles se pueden adelantar acciones de prospección.

A la par de lo anterior, entender que la búsqueda de personas desaparecidas es un proceso de establecimiento y organización de información sobre los lugares donde es más probable desarrollar ejercicios de prospección exitosos, más que de entregar números de personas halladas, también hace más conscientes a los firmantes de paz en el proceso de aporte de información. Aunque ninguna entidad puede garantizar que una persona sea encontrada, este proyecto sí logró la entrega de información detallada y veraz para que la UBPD desarrolle acciones de búsqueda más acotadas.

Como aprendizaje relevante se destaca que no existe una metodología única para la búsqueda de personas, ya que cada caso presenta particularidades. Sin embargo, existen prácticas que pueden aplicarse en contextos similares, por ejemplo, reconocer el conocimiento del territorio es esencial para el despliegue efectivo de acciones de búsqueda, y contar con la participación de la comunidad local en los territorios facilita los procesos. El trabajo previo con líderes comunitarios y autoridades locales también resulta vital para el avance ágil de las acciones de búsqueda.

DIFERENCIADORES

El proyecto de articulación entre la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y las organizaciones de la sociedad civil marca un hito en el enfoque de la justicia hacia la satisfacción de las demandas de las víctimas. Anteriormente, las respuestas institucionales a quienes buscaban a sus seres queridos, particularmente en casos donde los cuerpos habían sido arrojados a ríos, solían ser desalentadoras, indicando que la recuperación era imposible. Sin embargo, este proyecto evidencia un cambio significativo al abordar este desafío con un enfoque distinto, demostrando la viabilidad de la búsqueda en entornos acuáticos mediante metodologías innovadoras y prácticas adaptables a otros contextos.

El PNUD desempeñó un papel crucial como socio técnico y estratégico al facilitar la colaboración entre diversos actores involucrados en los complejos procesos técnicos y metodológicos de búsqueda de personas en entornos de difícil acceso. Este esfuerzo involucró a instituciones académicas, arqueólogos, así como a expertos técnicos internacionales en el campo de la arqueología subacuática, entre otros. Estos espacios de colaboración no sólo fortalecieron la capacidad de relacionamiento de las organizaciones de la sociedad civil y entidades como Equitas con las instituciones estatales, sino que también fomentaron el intercambio de conocimientos especializados y el desarrollo de enfoques innovadores para abordar los procesos de búsqueda en escenarios complejos.

En lo que respecta a la colaboración de la Corporación Reencuentros en la documentación de casos, la sistematización de información y la ejecución de acciones en el terreno para la búsqueda de personas desaparecidas, es notable el compromiso de los firmantes del acuerdo de paz al trabajar en estrecha colaboración con la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD). Su interés evidente en localizar los cuerpos y proporcionar información sobre el paradero de las víctimas, al tiempo que comparten su profundo conocimiento de los territorios, representa una contribución significativa a la construcción de la paz y a la promoción de entornos de reconciliación. Esta colaboración estrecha y práctica entre diferentes actores demuestra un compromiso concreto con la verdad, la justicia y la reparación, sentando así las bases para un proceso de reconciliación duradero y significativo.

El PNUD tuvo un papel integral en los procesos de búsqueda de personas en contextos de desaparición forzada. Esta experiencia acumulada constituye una ventaja significativa, ya que la agencia está familiarizada con las complejidades y desafíos inherentes a estas problemáticas. Su conocimiento de las discusiones institucionales en curso sobre el panorama de la desaparición forzada en el país facilita la fluidez y el entendimiento de las acciones necesarias, promoviendo así una colaboración dinámica con las organizaciones de la sociedad civil y las entidades estatales.

Sumado a lo anterior, el PNUD promueve que este tipo de acciones de articulación sea percibido por las instituciones como una garantía de calidad, característica que no solo fortalece la credibilidad del curso de las iniciativas, sino que también contribuye a la sostenibilidad del proyecto a largo plazo. El respaldo del PNUD brinda a las instituciones la confianza necesaria para continuar con el trabajo iniciado, asegurando una continuidad efectiva en la búsqueda de soluciones a estas problemáticas complejas.

APUESTAS FUTURAS

En el contexto de la búsqueda de personas desaparecidas en regiones de difícil acceso, como lo evidencia el análisis llevado a cabo en la zona de influencia de Hidroituango, se destaca la importancia de continuar implementando metodologías efectivas para la recolección organizada de información y la documentación de casos. Estas estrategias, junto con el desarrollo de procesos técnico-forenses, no solo son fundamentales para abordar la situación en dicha zona, sino que también ofrecen un modelo extrapolable a otras regiones del país que enfrentan desafíos similares, como El Estero, el Río La Miel, San Lorenzo, la Comuna 13, entre otras. Además, se reconoce la necesidad de continuar con el fortalecimiento de las metodologías de manejo integrado de bases de datos sobre personas desaparecidas, ya que esto es crucial para diversos escenarios de búsqueda. Por ejemplo, en La Escombrera se están utilizando estas metodologías, usadas en el caso de la zona de Hidroituango, para actualizar la información de las personas desaparecidas y contrastarlas con las bases de datos correspondientes.

En relación con la participación de los firmantes de paz en los procesos de consolidación de la información y de búsqueda de personas dadas por desaparecidas es necesario centrarse en acciones que permitan el acceso a lugares georreferenciados, especialmente aquellos de difícil acceso. Asimismo, es crucial desarrollar iniciativas que contribuyan a la identificación de los cuerpos encontrados, lo que implica fortalecer los laboratorios de antropología forense. El respaldo a estas acciones de identificación es esencial, dado que, si bien se ha avanzado en la localización de los cuerpos de personas desaparecidas, es igualmente importante dar seguimiento a la cantidad de cuerpos identificados. Esto resalta la necesidad de no limitar la búsqueda únicamente a la recuperación, sino también de impulsar los esfuerzos de identificación de cuerpos, lo que constituye un paso crucial en el proceso de justicia y reparación.

Se plantea un reto relevante en relación con las intervenciones realizadas en los cementerios. Se vislumbra la utilidad de planificar el desarrollo de un proyecto piloto de intervención en estos espacios, con el objetivo de influir en la formulación de proyectos de ley que regulen adecuadamente su funcionamiento. Hasta la fecha, la ausencia de una regulación específica para los cementerios representa una brecha importante que necesita ser abordada. Por tanto, la implementación de un proyecto piloto podría servir como un primer paso hacia la promulgación de leyes que garanticen un manejo adecuado y respetuoso de estos lugares, así como una gestión apropiada de la información relacionada con las personas desaparecidas.

Es imprescindible continuar apoyando la colaboración entre las instituciones y las organizaciones de la sociedad civil, ya que estas últimas poseen un conocimiento profundo y facilitan el acceso a los territorios en el contexto de la desaparición forzada. Las organizaciones de víctimas, los resguardos indígenas y los consejos comunitarios desempeñan un papel definitivo al permitir la entrada de las instituciones a los territorios para cumplir con las funciones de búsqueda. En este sentido, también se hace necesario continuar con la implementación de espacios participativos y de divulgación con víctimas y personas buscadoras, como los anteriormente reconocidos Círculos de Saberes[5], que no solo brindan información valiosa sobre el paradero posible de las víctimas de desaparición forzada, sino que también sirven como espacios de sanación donde las víctimas pueden establecer vínculos con las instituciones.

Es destacable la importancia de considerar las acciones de búsqueda como una parte integral del proceso de reparación para las víctimas. La Corporación Reencuentros ha desarrollado un documento que detalla cómo las actividades de búsqueda tienen un impacto reparador en las víctimas. Este enfoque reconoce la necesidad de validar y continuar con la implementación de pruebas piloto y acciones específicas que validen este proceso dentro del marco de los trabajos, obras y actividades con contenido restaurador y reparador (TOAR) ante la Jurisdicción Especial para la Paz.

En el marco de la reincorporación socioeconómica es fundamental reconocer que entidades como la Organización Reencuentros no están recibiendo un apoyo equivalente en términos de compromiso y asistencia, en comparación al respaldo con el que cuentan otras formas asociativas productivas de esta población. Esta disparidad abre una oportunidad para continuar respaldando a las asociaciones que persiguen objetivos diversos a la producción económica de bienes y servicios.

Paralelamente, es fundamental avanzar en la consideración de perspectivas de género, de aplicación del enfoque comunitario y de acciones con visión ambiental dentro de los planes de búsqueda de personas dadas por desaparecidas. En relación con la perspectiva de género, se ha identificado un subregistro significativo de mujeres desaparecidas, lo que subraya la necesidad de abordar esta problemática desde una perspectiva diferencial. Además, se enfrentan dificultades en el reconocimiento de personas desaparecidas pertenecientes a la comunidad LGBTIQ+, ya que el país carece de preparación técnica y social para abordar adecuadamente estos casos. Por tanto, es urgente adoptar medidas que aborden estas brechas y garanticen una búsqueda inclusiva y equitativa de todas las personas desaparecidas, independientemente de su género u orientación sexual.

A lo largo de este proceso de documentación y búsqueda de personas desaparecidas se han identificado retos importantes en el trabajo con comunidades étnicas. Aunque la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha llevado a cabo algunos ejercicios más detallados a través de los macrocasos, persisten diversos temas por discutir en términos de justicia propia y transicional. Es fundamental que la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) defina acciones para continuar realizando ejercicios conjuntos de búsqueda con las comunidades étnicas, lo cual constituye una iniciativa valiosa para el futuro. Este contexto presenta desafíos adicionales, ya que la búsqueda no se limita únicamente a individuos o familias, sino que también involucra dimensiones comunitarias y espirituales.

Respecto al enfoque ambiental, aún quedan aspectos por abordar. El impacto ambiental de las actividades de prospección y búsqueda no debe subestimarse. Por ejemplo, en la región del Páramo de San Juanito, se han llevado a cabo acciones que han alterado significativamente este ecosistema. Esto contribuye a pensar que es imperativo contar con protocolos específicos para minimizar el impacto durante las actividades de prospección, búsqueda, exhumación e identificación de cuerpos recuperados. Es relevante garantizar que estas acciones se realicen de manera responsable y sostenible, respetando la integridad del medio ambiente y preservando los ecosistemas frágiles como el páramo.

[5] Estrategia de participación que impulsaba la UBPD, sin embargo, desde 2023 dejó de denominarse así.

ASISTENCIA TÉCNICA A PROYECTOS PRODUCTIVOS DE MUJERES

Se brinda asistencia técnica a 44 proyectos liderados por un total de 222 mujeres firmantes de paz en actividades agropecuarias, industriales, de comercialización y de servicios.
 
La asistencia cubre las dimensiones técnica, comercial, financiera, administrativa y la aplicación de los enfoques diferenciales. Con esta labor se busca apoyar la autonomía económica de las mujeres, el desarrollo de sus capacidades emprendedoras y el goce pleno de sus derechos.
 
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